Es el que mas destaca en la zona, esto se debe a que precisamente allí parece haberse asentado en centro de administración del cacicazgo. El complejo se ubica a las faldas de la cara norte del cerro Reque o Gran Callanca, frente a los cuales corre precisamente el rió. su construcción en dicho lugar debió responder a fines estratégicos, como el control del agua y la protección del valle de posibles incursiones de ejércitos foráneos.
Recinto cuadrangular que dataría de ola época de la acusación inca del valle.
Esta construida de tapia, que son una especie de grandes adobes, en el centro de cual existía un gran petroglifo, formado de una pequeña saliente de cerro, el cual tenia la forma de un puma al acecho, con la cola entomada, las orejas erguidas y el hocico cerrado. Este forma parte del complejo “SIETE TECHOS”.
Esta ubicado al este del distrito, denominado en la antigüedad Gran Callanca, representaba para la población prehispánica una deidad tutelar en la cual edificaron construcciones de carácter ceremonial, militar y habitacional en piedra del lugar. Su ocupación humana se remota al periodo formativos y se extiende hasta inicios de la colonia, época en que las aldeas ubicadas junto al cerro fueron reducidas a una población única denominada pueblo de indígenas San Martín de Reque.
Ubicado en el pleno valle entre las tierras de cultivo, también serian tardías en lo que respecta a su construcción principal (aunque no se descarta el hecho que se iniciaran en su edificación aun desde épocas tempranas, en forma de pequeños montículos). Su forma arquitectónica nos recuerda el auge de los señores de Lambayeque o sicanes (entre 700 al 1050 d.C. aproximadamente) y seria contemporánea con Batan-grande.
En pleno desierto Reque y Zaña (en el cruce de la panamericana sur y la carretera a Puerto Eten). Hay un pequeño cerro aislado sin evidencias de construcciones o viviendas humanas. Sin embargo en la cima y en las faldas superiores hemos encontrado abundante cantidad de cerámicos rotos, que parecen haber sido tirados desde lo alto. La cerámica dataría del año 200 DC. aproximadamente. Una posible interpretación del hallado es que uno de los pobladores del valle cercano (Reque) hicieron una peregrinación hasta la cima del cerrillo para ofrecer sus ceramicos a manera de ofrendas, como parte de un ritual que aun desconocemos, pero suponemos esta ligado al culto al agua, la fertilidad y la vida.
En el gobierno de Augusto B. Leguia (1919-1930), donde se dan gran importancia a la red vial ya la .ampliación de las fronteras agrícolas. La mayor demanda permitió la reaparición del oficio del picapedrero en Lambayeque, ya que no solo trabajaban en construcción de carreteras y la apertura de canales, sino también en el adoquinado de las principales de Chiclayo y Lambayeque aun que ya no volvieron a ser numerosos.
En Reque el esfuerzo de un picapedrero permite hoy observar una estructura de piedra que describe la capacidad y habilidad de su constructor con las mismas cualidades de los antiguos mochicas que levantaron hermosas edificaciones monumentales que hoy admiramos.